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SANTO VERDADERO CREYENTE PRÍNCIPE ROSTISLAV MIJAÍLOVICH DE KIEV

conmemorado el 14 de marzo.


San Rostislav Mijaílovich, Gran Príncipe de Kiev, era hijo del Gran Príncipe de Kiev san Mstislav el Grande (14 de junio) y hermano del Santo Príncipe Vsévolod Mstislávich (11 de febrero, 22 de abril y 27 de noviembre). Fue una de las grandes figuras civiles y eclesiásticas de mediados del siglo XII.

Su nombre (que quiere decir “quien acrecienta la gloria) está relacionado con el ascenso y fortificación de Smolensk, tanto del principado de Smolensk cuanto de la diócesis de Smolensk.

Hasta el siglo XII, la tierra de Smolensk formaba parte del reino de Kiev. El comienzo de su separación política tuvo lugar en el año 1125, cuando el Santo Príncipe Mstislav el Grande entregó Smolensk a su hijo Rostislav (Mijaíl en el Santo Bautismo) como herencia de su padre, el gran príncipe de Kiev Vladimir Monomakh. Gracias a la labor y empeño de san Rostislav, el principado de Smolensk, que gobernó durante más de cuarenta años, se expandió y se erigió con ciudades y pueblos, se embelleció con iglesias y monasterios y se volvió influyente en los asuntos rusos.

San Rostislav fundó las ciudades de Rostislavl, Mstislavl, Krichev, Propoisk y Vasiliev, entre otras. Fue antecesor de la dinastía principesca de Smolensk.

En el año 1136, san Rostislav logró establecer una diócesis separada en Smolensk. Su primer obispo fue Manuel, instalado entre marzo y mayo de 1136 por el Metropolita Mijaíl de Kiev. El príncipe Rostislav emitió un edicto en la ciudad de Smolensk asegurando al obispo Manuel que lo proporcionaría todo cuanto necesitara. El 30 de septiembre de 1150, san Rostislav también cedió la Colina de la Catedral de Smolensk a la diócesis de Smolensk, donde se encontraban la Catedral de la Dormición y otros edificios diocesanos.

Los contemporáneos valoraron mucho la construcción de la iglesia del príncipe Rostislav. Incluso las fuentes que se inclinan a no informar nada más al respecto señalan que “este príncipe construyó la iglesia de la Theotokos en Smolensk”. La catedral de la Dormición, construida originalmente por su abuelo, Vladimir Monomakh, en el año 1101 fue reconstruida y ampliada bajo el príncipe Rostislav. La catedral reconstruida fue consagrada por el obispo Manuel en la fiesta de la Dormición, el 15 de agosto del año 1150. El príncipe Rostislav fue un “constructor de la Iglesia” en un sentido mucho más amplio: dotó a la Iglesia de la Dormición de la Madre de Dios en Smolensk y la transformó de una catedral citadina al centro eclesiástico de la vasta diócesis de Smolensk. El Santo Príncipe Rostislav fue el constructor del Kremlin de Smolensk y de la catedral del Salvador en el monasterio de Smyadynsk Boris y Gleb, fundado en el lugar del asesinato del Santo Príncipe Gleb (5 de septiembre). Más tarde, su hijo David, posiblemente cumpliendo los deseos de su padre, trasladó los viejos ataúdes de madera de los Santos Boris y Gleb de Kievan Vyshgorod a Smyadyn.

Del lado de los Monomakhovichi, el principal aspirante a ser Gran Príncipe era el tío de Rostislav, Yuri Dolgoruky. Rostislav, como príncipe de Smolensk, fue uno de los gobernantes más poderosos del territorio ruso y tuvo una voz decisiva en las negociaciones militares y diplomáticas.

Para todos los involucrados en la disputa, Rostislav era a la vez un oponente peligroso y un deseado aliado al centro de los acontecimientos. Ésto tuvo un significado providencial, ya que san Rostislav se distinguió por su sabiduría en el ámbito civil, por su estricto sentido de la justicia y obediencia incondicional a los mayores, y por su profundo respeto a la Iglesia y su jerarquía. Durante varias generaciones fue portador de la “Russkaya Pravda” (“Verdad rusa”) y del decoro ruso.

Después del fallecimiento de su hermano Izyaslav (13 de noviembre de 1154), san Rostislav se convirtió en Gran Príncipe de Kiev, pero gobernó Kiev al mismo tiempo que su tío Vyacheslav Vladimirovich. Tras el deceso de éste último, Rostislav regresó a Smolensk, cediendo el principado de Kiev a su otro tío, Yuri Dolgoruky, y se apartó del derramamiento de sangre de las disputas principescas. Ocupó Kiev por segunda vez el 12 de abril de 1159 y luego permaneció como Gran Príncipe hasta su reposo († 1167). Más de una vez tuvo que defender su herencia paterna espada en mano.

Los años del gobierno de san Rostislav ocurrieron durante uno de los períodos más complicados de la historia de la Iglesia rusa. El hermano mayor de Rostislav, Izyaslav Mstislavich, partidario de la autocefalía de la iglesia rusa, favoreció al erudito monje ruso Clemente Smolyatich como Metropolita, y deseaba que fuera nombrado metropolita por un consejo de obispos rusos, sin buscar la aprobación habitual de la Patriarca de Constantinopla. Ésto ocurrió en el año 1147.

La jerarquía rusa apoyó al Metropolita Clemente y al príncipe Izyaslav en su lucha por la independencia eclesiástica de Constantinopla, pero varios obispos, encabezados por san Nifón de Nóvgorod (8 de abril), no reconocieron la autocefalía del Metropolita ruso y rechazaron la comunión con él, transformando sus diócesis en distritos eclesiales independientes, en espera de la resolución de ésta cuestión. El obispo Manuel de Smolensk también siguió éste camino.

San Rostislav comprendió el peligro que se escondía detrás de la idea de la autocefalía rusa para aquellos tiempos, habida cuenta de que amenazaba con la desintegración de toda Rusia. La constante lucha por Kiev entre los príncipes también podía conducir a una similar pugna por la sede de Kiev entre numerosos contendientes, presentados por un grupo principesco u otro.

Las premoniciones de san Rostislav estaban plenamente justificadas. Yuri Dolgoruky, que permaneció leal a Constantinopla, ocupó Kiev en el año 1154. Inmediatamente desterró al Metropolita Clemente y solicitó a Constantinopla un nuevo Metropolita. Éste iba a ser san Constantino (5 de junio), pero arribó a Rusia sólo en el año 1156, seis meses antes de la muerte de Yuri Dolgoruky († 15 de mayo de 1157).

Seis meses más tarde, cuando el sobrino de san Rostislav, Mstislav Izyaslavich, entró en la ciudad el 22 de diciembre de 1157, san Constantino se vio obligado a huir de Kiev, mientras que el depuesto Clemente Smolyatich retornó como Metropolita. Dio inicio un periodo de desorden en Rusia, porque había dos Metropolitas. Toda la jerarquía y el clero quedaron bajo interdicto: el Metropolita griego suspendió a los partidarios rusos de Clemente, y Clemente suspendió a todos los partidarios de Constantino. Para detener el escándalo, san Rostislav y Mstislav decidieron destituir a ambos Metropolita y solicitar al Patriarca de Constantinopla que nombrara un nuevo Archipastor para la Sede metropolitana rusa.

Pero tal resolución no puso fin al asunto. Al arribar a Kiev en el otoño del año 1161, el Metropolita Teodoro murió en la primavera del año siguiente. Siguiendo el ejemplo de san Andrés Bogoliubsky (4 de julio), quien apoyó a su propio colega asceta, el obispo Teodoro, para ser Metropolita, san Rostislav presentó su propio candidato, que resultó ser el sufrido Clemente Smolyatich.

El hecho de que el Gran Príncipe hubiera cambiado su actitud hacia el Metropolita Clemente demuestra la influencia del Monasterio de las Cuevas de Kiev, y en particular del Archimandrita Policarpo, quien seguía las tradiciones de las Cuevas (en 1165 se convirtió en jefe del Monasterio), y era personalmente muy cercano a san Rostislav.

San Rostislav tenía la piadosa costumbre de invitar a su propia mesa al Higúmeno y a doce monjes los sábados y domingos de la Gran Cuaresma, y él mismo los servía. El príncipe expresó más de una vez el deseo de ser tonsurado como monje en el Monasterio de los Santos Antonio y Teodosio, e incluso dio orden de construir una celda para él.

Los monjes de las Cuevas, una tremenda influencia espiritual en la antigua Rus, animaron al príncipe a pensar en la independencia de la Iglesia rusa. Además, durante aquellos años existían en Rusia sospechas sobre la ortodoxia de los obispos provenientes de entre los griegos, debido a la infame “Disputa sobre los Ayunos” (la “Herejía Leonciana”).

El piadoso intento de Santo Príncipe Rostislav de obtener la bendición del Patriarca de Constantinopla para el Metropolita Clemente fracasó. Los griegos creían que nombrar un Metropolita para la cátedra de Kiev era una de sus prerrogativas más importantes. Ésto sirvió no sólo a los intereses eclesiásticos, sino también políticos del Imperio Bizantino.

En 1165 llegó a Kiev un nuevo Metropolita griego, Juan IV, y san Rostislav lo aceptó por humildad y obediencia eclesiástica. El nuevo Metropolita, como su predecesor, gobernó la Iglesia rusa durante menos de un año († 1166). La Sede de Kiev volvió a quedar vacante y el Gran Príncipe fue privado del consejo paternal y la sabiduría espiritual de un Metropolita. Su único consuelo espiritual era el Higúmeno Policarpo y los Santos Ancianos del Monasterio de las Cuevas de Kiev y el Monasterio de Theodoro en Kiev, que había sido fundado bajo su padre.

Al regresar de una campaña contra Nóvgorod en la primavera de 1167, san Rostislav cayó enfermo. Cuando llegó a Smolensk, donde su hijo Román era príncipe, sus familiares le instaron a permanecer en Smolensk. Pero el gran príncipe dio la orden de llevarlo a Kiev. “Si muero en el camino”, declaró, “ponme en el monasterio de san Theodoro de mi padre. Si Dios me sana, a través de las oraciones de Su Purísima Madre y de san Teodosio, haré votos en el Monasterio de las Cuevas”.

Dios no cumplió el último deseo de san Rostislav de poner fin a su vida como monje del Santo Monasterio. El Santo Príncipe durmió en el Señor de camino a Kiev el 14 de marzo de 1167 (en otras fuentes históricas, el año 1168). Su cuerpo, conforme con su última voluntad, fue trasladado al Monasterio de Teodosio en Kiev.



REFERENCIAS

Orthodox Church in America. (2024). Right-believing Prince Rostislav-Michael of Kiev. New York, Estados Unidos: OCA.

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